Completo es aquello que tiene principio, medio y fin.
Entramos en el campo de la extensión, y en este punto nos encontramos con la teoría aristotélica de la estructura; la forma coherente en la que debe estar organizada una tragedia o una narración, según su punto de vista.

En términos modernos, la trama se construye por acciones unitarias, completas y proporcionadas que recaen sobre los personajes. Alguien asesina a los padres de Bruno Díaz (principio de la premisa. Nada lo antecede), y este decide entrenar largos años para enfrentar a los criminales y limpiar a Ciudad Gótica del crimen; se transforma en Batman.
Puesto que lo bello, sea un ser vivo o cualquier acción que esté compuesta de partes ordenadas, sino que también debe tener un tamaño que no sea aleatorio, ya que la belleza depende del tamaño y del orden.
Tal es la vida cotidiana, donde la aparente repetición de los días está llena de minúsculos momentos que, si los suprimimos, no cambiarían mucho el entorno. También así, muchas son las acciones imitadas que pueden ocurrirle a un mismo personaje, y estas acciones pueden ser aisladas una de las otras, resultando así en una mala fábula, según Aristóteles, por no ser proporcionada ni verosímil. La ficción, en cambio, reordena los acontecimientos y sus elementos para un completo y unitario argumento.
Ahora, si se deshace algún elemento de la premisa principal (el dragón, por ejemplo), el argumento se vendrá abajo por no ser unitario ni producir emoción alguna en el lector, porque… ¿de qué sirve la novela de viaje sin una dificultad?


La imitación que tiene unidad lo es de una sola cosa, así también es preciso que el argumento, puesto que es imitación de una acción, lo sea de una acción sola y que esta sea completa, y que las partes de las acciones estén ensambladas de tal modo que si una de ellas se cambia de lugar o se suprime, el conjunto se altere y se trastorne, pues aquello que por añadirse o quitarse no provoca ningún efecto manifiesto, no es parte alguna del todo.
En conclusión, la unidad y lo entero son dos caras de una misma moneda. Por un lado, está la debida proporción y conjunción de las partes que hacen un argumento verosímil, y cómo estas partes forman una sola acción lo suficientemente amplia para abarcar una tragedia, epopeya o comedia balanceada.
Por otro lado, lo completo se refiere a que las acciones no pueden estar inacabadas ni cojear porque falte un elemento u otro; la debida extensión, el debido límite está en establecer los comienzos de una premisa y hasta dónde llevarla para crear concordancia entre lo que se empezó a contar y su resolución.
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Muy de acuerdo. Tienes artículos bastante interesantes, estaré pasando por los demás prontos.
Me ha resultado muy enriquecedor lo expuesto acá, y, la verdad, el punto de vista de la unidad y sus tres componentes me parece de suma importancia para cualquier obra literaria. De hecho, es mi pensar que debe tenerse ya establecida la unidad antes de comenzar a desglosarla por partes, y recalcó esto en vista de que muchísimas personas en la actualidad escriben sin tener una unidad sólida, cayendo así en lo que comentas:
“Llevado este pensar a los argumentos, estos deben lograr una construcción unitaria y no comenzar ni acabar en un punto cualquiera, producto de una premisa aleatoria. La unidad de una fábula no reposa por referirse a un solo personaje, ya que muchas cosas pueden ocurrirle, y muchas de estas no constituyen algún fin o son producto del azar, ni son parte de algún entramado que dé sentido a la sucesión de hechos.”
No podría estar más de acuerdo.
Un saludo, Miguel, ¡y muchos éxitos!
Encantado con tu comentario, Joseph. Pues sí, el concepto de unidad es algo muy viejo, antiguo y sobre todo vigente. Si nos dedicamos a la creación de historias, o incluso solo a su análisis, el enfoque primerizo es optar por observar la estructura, pues mucha de la obra de ficción que conocemos se basa en puntos de giro. Aristóteles solo nos dejó pistas del modo de pensar griego, y por sorpresa, ese método continúa siendo válido -como mucho de sus tramas y temas, con menores o mayores matices-.
Agradecido por tu comentario y por tu lectura, Joseph. Siéntete en casa en el blog.
me a gustado mucho todo lo que has expuesto gracias
Muchísimas gracias por tu lectura, Alba. Me alegra haberte ayudado. Un abrazo, TrotaLetras.